Estoy convencida de que el escultismo desarrollado por adultos de manera coordinada y comprometida tiene un papel fundamental en la sociedad actual.
Los componentes de la ejecutiva hemos pasado por distintas ramas dentro del escultismo, de manera que a lo largo de nuestra vida nos hemos sentido vinculados en mayor o menor medida a nuestros Grupos Scouts. Pero todos sabemos que ser Scout no es tanto una cuestión de pertenencia a un Grupo, sino algo más profundo que se mueve en el plano de los sentimientos personales. Lo llamamos “Estilo de vida” y se manifiesta en una actitud casi permanente de servicio y compromiso con los demás.
He podido comprobar que la participación directa en proyectos scouts brinda a los adultos que se identifican con los principios y valores del escultismo, la posibilidad de poner en marcha acciones de transformación social, que de forma aislada no se podrían desarrollar: Proyectos sociales, medioambientales, de ocio y tiempo libre, culturales, etc.
El abanico es amplio, ya que el marco en el que nos movemos también lo es y además da cabida a múltiples sensibilidades e inquietudes.
En realidad, todos cabemos… porque todos sumamos. Nuestro gran reto será coordinarnos de manera adecuada para que los Proyectos que pongamos en marcha se puedan desarrollar con los medios personales y logísticos de los que disponemos en cada momento.
Tenemos una visión similar del escultismo, no ya solo como sistema educativo para jóvenes, sino como conjunto de valores para ciudadanos adultos. Tenemos también todos una gran ilusión por promover y fomentar la vida asociativa en todo el territorio español.
Pretendemos en definitiva sumar esfuerzos, para trabajar en Equipo y para ponernos al servicio de las Asociaciones, ayudándoles a hacer realidad ese gran ideal que B.P. nos legó, y que en las circunstancias actuales cobra más sentido que nunca: Contribuir a dejar este mundo algo mejor.